Con solo cuatro días completos disponibles para mi viaje a Portugal, decidí centrarme en Lisboa y sus alrededores, con la idea de volver un día a Oporto y sobre todo a la región del Algarve.
Llegué a Lisboa con el vuelo directo desde Alghero con Ryanair, planeando solo las dos primeras noches en Lisboa y luego parando donde más me hubiera gustado. En noviembre el clima no es de los mejores, pero no me puedo quejar, hacía frío pero no llovió mucho, así que pude ver mucho. No siempre tengo muchos días para viajar, por lo que este itinerario puede ser útil para aquellos que, como yo, no pueden quedarse quietos en un lugar y quieren moverse lo más posible.
Lisboa: donde dormir
Las diferentes zonas:
- La Baixa, el distrito más céntrico e importante, reconstruido después del terrible terremoto de 1755 que destruyó más de la mitad de la ciudad de Lisboa en ese momento.
- Chiado y Barrio Alto
- La Alfama, pueblo marinero y cuna del Fado, prácticamente sobre el mar. Como ya he dicho caminar por estas calles estrechas te enamorará, la próxima vez que viaje a Lisboa me gustaría dormir en esta zona.
- Belem, un poco más alejado del centro pero aún así bien comunicado con todo.
En primer lugar decidí dar una vuelta en tuc tuc para hacer un recorrido y entender más o menos dónde estaba y cómo estaba estructurada la ciudad, lo hice para entender mejor cómo moverme a pie. Tengo un gran sentido de la orientación, pero querer concentrar todo en unos días fue la elección ideal y más divertida 🙂
Lisboa: lo que no puede faltar que veas
Durante el tour de tuc tuc de una hora vi la mayoría de las cosas más importantes de la ciudad, si hablas un poco de inglés o español se te explica un poco la historia de lo que estás viendo. El recorrido comenzaba por la Igreja de Santa Maria Maior, destruida por tres terremotos en el siglo XIV y luego por el de 1755. A lo largo de los siglos ha sufrido diversas reconstrucciones y transformaciones convirtiéndose en una mezcla de estilos arquitectónicos.
El Mirador de Santa Lucía, con vistas al río Tajo, uno de los más famosos de Lisboa.
Mirodauro da Senhora do monte, impresionante, si no lo has puesto en tu lista te sugiero que lo hagas.
Me mostró dónde se hace el mercado de Santa Clara o Feira da Ladra, abierto los martes y sábados, y encontrándome en Lisboa justo un martes, fui. Podrás encontrar diversos objetos, artículos de segunda mano y trastos varios y podrás ver cómo trabajan los artesanos locales. Me atraían mucho los objetos de corcho, ya que también son muy importantes aquí en Gallura (donde vivo yo en Cerdeña). Disfruté viendo lo que hacen con eso.
Después de este recorrido y entendiendo más o menos cómo moverme, fui a buscar el famosísimo Tranvía 28. Estos tranvías en particular datan de los años 30, en cualquier ciudad solo se pueden ver en los museos, mientras que en Lisboa son parte de el verdadero transporte público. Gracias (y digo gracias) a los callejones particulares y estrechos, a las curvas y subidas y bajadas pronunciadas, estos tranvías no han sido reemplazados. Te aconsejo que compres el billete de 6,40 euros con lo cual puedes subirte a todos los autobuses y metro para moverte por la ciudad, también puedes llegar a la Torre de Belem en autobús y aún puedes parar en las distintas atracciones principales. También existe el billete sencillo solo para el tranvía 28 que cuesta 3 euros. Tomé el tranvía a Martim Moniz por la mañana, cuando la multitud aún no es demasiado alta. Hay que decir que estuve allí en noviembre por lo que no había tanta afluencia turística. ¡He hecho todo el recorrido programado por el tranvía!
Caminé mucho por Lisboa, y como ya había leído en varios sitios y blogs, su luz es algo increíble. Enamora a primera vista. Compré un buen libro sobre la historia de Portugal en una librería que me gustó mucho, solo descubrí después de entrar por casualidad en la librería más antigua del mundo todavía en funcionamiento.
Me adentré en las estrechas calles de Alfama donde bebí ginjinha, un licor de cereza típico portugués, amablemente ofrecido por una amable dama en un mini vaso de chocolate y para admirar los Azulejos aquí también. Me tragué cantidades indescriptibles de pasteis de nata, el dulce típico por excelencia, que se dice nació en el Monasterio de Los Jerónimos, donde se crearon estas delicias a partir de yemas de huevo sobrantes y azúcar que llegaba de Brasil. Cuando se ordenó la disolución de todas las órdenes religiosas, este dulce se convirtió en un recurso económico fundamental para la supervivencia.
Sintra, como llegar: sólo o tour organizados
Después de un día y medio en Lisboa fui a Sintra en tren, todavía no había alquilado el coche porque no es absolutamente necesario en Lisboa.
La distancia en tren es de media hora desde Lisboa. Si no tienes intención de alquilar un coche, te recomiendo comprar el tour completo que te llevará a Sintra, Cabo da Roca, Cascais.
Una vez llegues a Sintra encontrarás tuc tucs que te recomiendo tomar para subir al Palacio Nacional de Pena, yo subí a pie con un viento loco en la cara y por callejones perdidos, no es recomendable! No sé si comprando el tour te lleva directo al Palacio. La entrada se puede comprar directamente en la taquilla fuera del edificio, como 14 euros.
Obidos
Alquilé el coche en el aeropuerto con Klasswagen, me dirigí a Óbidos, un pequeño pueblo medieval y joya de Portugal, cuyo castillo fue construido entre los siglos XII y XIV y tuvo una importancia estratégica precisamente en el período emergente de esta nación. Las murallas se extienden por un perímetro de 1,5 km y se pueden visitar a pie (para los que no sufran de vértigo como yo :D). Merece realmente la pena, me encantó este pueblo.
Nazarè
Nazarè es un pintoresco municipio de la región de Extremadura. La pesca juega un papel muy importante en este pueblo costero, aún hoy se pueden admirar las pescaderas que, según la tradición, visten siete faldas, una sobre otra.
Pero lo que ahora la hace famosa en todo el mundo son las olas gigantes, descubiertas en 2011, cuando el surfista Macnamara montó una ola de 30 metros (más o menos) y convirtió a Nazaré en el destino favorito de los surfistas de todo el mundo y de los aficionados ( y no) de este deporte. Estas olas gigantes se deben a la presencia de un cañón submarino, precisamente el más grande de Europa que alcanza una profundidad de 5000 metros y una longitud de 230 km.
Mi sueño era ver las olas, pero la gran tormenta (no sé si se puede definir así) en cambio se produjo la semana siguiente y yo ya me había ido 🥲
Cabo da Roca
Aqui.. donde la tierra se acaba y el mar comienza.
Voy de camino a Cabo da Roca, está lloviendo, creo que seguramente el espectáculo que esperaba ver se arruinará por la lluvia. Unas curvas antes, sin embargo, deja de llover y el espectáculo de colores que se presenta me deja sin aliento. Verde, azul, blanco y rojo del faro, el viento y el sonido del Océano. Siempre me ha fascinado el océano.
Absolutamente el lugar que más me gustó. El encanto de Cabo da Roca es demoledor.
Es el punto más occidental de Europa, la última franja de tierra visible al zarpar rumbo al Nuevo Mundo. Las palabras del poeta Luís Vaz de Camões nunca han sido más acertadas para describir la magia de este lugar «Aquì…onde a terra se acaba e o mar começa…»
Después de Cabo da Roca fui a Cascais, el último día tenía planeado ver algunas cosas. No me quedé mucho tiempo aquí, lo suficiente para dar un paseo y recordar cuando fui allí con mis padres. Me acordé de la playa.
Justo antes de entrar en Cascais, te sugiero que te detengas a ver las rocas de Boca do Inferno, formadas a lo largo de los siglos por el rompimiento de las olas del mar, formando así un arco de piedra natural. Durante el invierno, cuando el mar está muy embravecido, el agua que entra en el acantilado rompe contra las paredes formando una especie de nube de agua que luego sale como si fuera humo, de ahí el nombre de Boca do infierno.
“Obidos”
“Obidos”
Desde Cascais he conducido por la carretera de la costa que llega a Belem, todavía no había ido a ver la torre, un sitio del Patrimonio Mundial de la Unesco construido en el río Tajo durante la era de los descubrimientos, sirvió tanto como una fortaleza de defensa y como un puerto desde el que podían moverse los exploradores portugueses.
Justo al lado de la Torre de Belem y prácticamente frente al puente 25 de Abril, se encuentra el famoso Monumento a los Descubrimientos (Padrao dos Descobrimentos) construido temporalmente por primera vez en 1940 y luego reconstruido definitivamente en 1960, fue construido simbólicamente sobre el río Tajo, para conmemorar las aventuras marineras que trajeron mucha riqueza a esta nación y representa un atractivo muy importante para este distrito dedicado íntegramente a las conquistas y descubrimientos.
La «guinda del pastel» (no se si esto existe en español, es un dicho común típico italiano) fue El Cristo Rei. Aquí también vine con mis padres cuando era niña, los viajes y los descubrimientos siempre han sido predominantes en nuestras vidas. La vista desde el Cristo del río Tajo, la Torre de Belem, el Monumento a los Descubrimientos y el Puente 25 de Abril es realmente un paisaje único, desde el que se puede disfrutar al máximo de la mezcla de colores que caracteriza a esta ciudad.
“Cabo da Roca”
“Praia do Norte, Nazaré”
“Palacio Nacional de Pena, Sintra”
“Obidos”
Algo muy importante que quiero compartir 🙂
¡Recomiendo tomar los recorridos a pie gratuitos por la ciudad!
Entonces podrás entender cómo moverte por tu cuenta y cómo llegar a los puntos que te interesan más fácilmente. Los hago todo el tiempo, tienes que recordar darle propina al guía que lo hace gratis. Los free tours son muy útiles para todos, pero especialmente para aquellos que son principiantes y tienen sus primeras experiencias de viaje. 🙂
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